Una Mujer Puede Liderar en Momentos de Crisis: Angélica Betancourt

Una Mujer Puede Liderar en Momentos de Crisis: Angélica Betancourt

Durante las crisis humanitarias, las mujeres y las niñas se ven afectadas de una forma desproporcionada, exacerbando su vulnerabilidad en las emergencias.

     

El programa Mujeres Lideres en Emergencias de CARE propone incidir para mejorar esta situación en las zonas mas afectadas por el impacto de desastres naturales, la migración y la violencia hacia mujeres en Honduras, generando políticas públicas y estrategias sensibles a las mujeres y a las niñas: desde los refugios hasta la atención diferenciada con servicios específicos para ellas.

     

Angélica Betancourt, miembro de la Red Regional de Mujeres del Sur, es una de las mujeres que está marcando las pautas para el cambio. A través de su organización y de la mano de las organizaciones de base de mujeres, las autoridades locales y otras instancias como los Comités de Emergencia Municipal (CODEM) y los Comités de Emergencias Locales (CODEL), Angélica y sus compañeras trabajan fuertemente en diseñar e implementar de forma conjunta estas estrategias que pueden salvar la vida y garantizar el bienestar de cientos de mujeres que atraviesan las crisis.

     

“Trabajamos en la socialización de la metodología Mujeres Líderes en Emergencia” de CARE. A través de procesos de co-creación, las mujeres de las comunidades pueden incidir personalmente ante sus autoridades locales,no solo para compartir esto sino también para incidir en la importancia de sus roles y el de las demás mujeres en una situación de crisis”, comenta Angélica.

   

Según la ONU, el 33% de la población hondureña se encuentra en situación de necesidad humanitaria. Esta crisis se debe a la combinación de factores, entre ellos, la violencia, el cambio climático, la inseguridad alimentaria y la movilidad humana.

     

La inseguridad alimentaria y nutricional es una de las principales necesidades humanitarias en Honduras. La temporada de huracanes y el fenómeno de La Niña dificultan el acceso a los alimentos. Además, Honduras es uno de los países más violentos del mundo debido al narcotráfico, las pandillas, la corrupción y las organizaciones criminales transnacionales. Por otra parte, los efectos del cambio climático, como la sequía, las inundaciones y El Niño, afectan la seguridad alimentaria y los medios de vida de los hogares. Finalmente, el desplazamiento forzado, los movimientos mixtos y el retorno de los migrantes hondureños son una de las principales necesidades humanitaria.

     

Angélica destaca por eso, el rol clave de las mujeres y trabaja por ello: 

“La atención de las crisis es urgente siempre, y trabajar enfocando nuestros esfuerzos en las mujeres y las niñas es más urgente aun: no solo en la asistencia, sino garantizando que ellas tomen un papel relevante en la prevención, mitigación y respuesta. Son ellas las cuidadoras, las que atienden a menores, personas mayores, con discapacidad, las que reconstruyen los hogares y sus comunidades. Su liderazgo, sus voces y su trabajo es vital para atender las emergencias, pero sobre todo para reconstruir los proyectos de vida de ellas y las poblaciones afectadas por las crisis y lograr un futuro más prometedor e inclusivo”.