En Honduras, como casi toda América Latina, el trabajo doméstico ha representado la única oportunidad para las mujeres más marginadas en el cerrado mercado laboral. De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística, para el año 2018 en Honduras hubo 134,087 personas dedicadas al trabajo doméstico no remunerado; de las que 116,714 eran mujeres y 17,373 hombres. Los datos también registran 11,152 niñas y niños trabajadores domésticos.
Las labores domésticas o tareas del hogar tienen los niveles más bajos de protección social y legal y, a través de los años, la sociedad las ha impuesto como un deber de las mujeres. Según la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Honduras, las mujeres realizan tres veces más trabajo doméstico y de cuidados no remunerado que los hombres. Sin embargo, este trabajo no siempre es remunerado y rara vez es reconocido.
Si bien esta es una situación que afrontan cientos de mujeres hondureñas, resulta especialmente preocupante la situación de las mujeres las zonas rurales en los departamentos de Intibucá, Lempira y La Paz, pues el trabajo doméstico no remunerado constituye una carga que les impide dedicarse a otras labores, sobre todo aquellas vinculadas al mercado laboral formal o informal y otras formas de desarrollo personal y profesional.
Datos basados en la evidencia
Recientemente, CARE / PROLEMPA, con el apoyo de FUNIDE, realizó una investigación acerca del tiempo invertido por mujeres de los departamentos de Intibucá, Lempira y La Paz, en labores domésticas no remuneradas. En el estudio, 85 grupos organizados de mujeres agrupadas por municipios participaron. Entre los hallazgos más relevantes, se encuentran:
- 8 a 11 horas diarias es el promedio de tiempo invertido por las mujeres para realizar trabajo doméstico.
- 2 a 3 horas diarias es el promedio de tiempo reducido gracias a la implementación de tecnologías en el hogar
- “Cansancio” es el sentimiento común descrito por las mujeres que realizan el trabajo doméstico.