Yamaranguila, Intibucá.
En la Comunidad de Semane, las productoras y los productores investigan sus propias tecnologías agrícolas para mejorar la productividad en sus parcelas y con ello sus ingresos. Esto, es posible gracias al Comité de Investigación Agrícola Local (CIAL), implementado por el Proyecto PROLEMPA en la Región Lempa de Honduras, una metodología altamente participativa que aplica la ciencia para resolver los problemas locales del sector agrícola basada en las necesidades de los pequeños productores.
El propósito de la investigación agrícola ha devuelto la confianza en su medio de vida (la caficultura), a líderes comunitarios como Doña Ángela Manueles (49), Coordinadora del CIAL, presidenta de la Caja de Ahorro y Crédito (CRAC) y Escuela de Campo (ECA) “Nueva Esperanza”, a través de la cual PROLEMPA brinda asistencia técnica a más de 26 pequeños caficultores y caficulturas Semanenses.
Doña Ángela, reconocida por su comunidad como “activa y colaboradora”, ensaya junto a sus 26 vecinos, también caficultores, nuevas propuestas de abono orgánico, utilizando pulpa, melaza y agua miel, aplicando en sus propias parcelas para poder evaluar el efecto en los rendimientos de su cafetal.
Ángela, dice disfrutar su nueva ocupación y reconoce que el trabajo de PROLEMPA va más allá de mejorar la productividad, también se ocupa de la integración familiar y comunitaria; En Semane los jóvenes emigran una vez cumplen edad para trabajar, buscan opciones lejos de casa para ayudar a sus familias a superar la pobreza porque difícilmente encuentran oportunidades en el medio de vida de sus padres: “PROLEMPA está ocupando a los jóvenes, ellos están participando en las capacitaciones, están emprendiendo y hasta tienen sus ahorros, con el CIAL, ellos deciden quedarse porque tienen una oportunidad”.
Los integrantes de “Nueva Esperanza”, no solo esperan mejorar la producción de café orgánico y obtener mejor precio en el mercado local, también se proponen desarrollar un emprendimiento con el abono orgánico resultado del CIAL y conectarse a la cadena de turismo para comercializarlo, al tiempo que desarrollan otras potencialidades locales y culturales como la ubicación geografía, la riqueza natural y la gastronomía. “Estamos aprendiendo a valorar nuestro trabajo, antes lo regalábamos y quedábamos enjaranados, ahora PROLEMPA nos enseñan a valorar nuestra comunidad y mejorar nuestros ingresos a través del trabajo en la parcela.”
Como este, otros 18 CIALs funcionan en los departamentos de La Paz, Intibucá y Lempira, en la Región Lempa de Honduras. PROLEMPA trabaja para que los jóvenes y mujeres en las comunidades no solo desarrollen capacidades para identificar problemas agrícolas, sino también para que puedan proponer soluciones integrales, que forman parte de un proceso de apropiación de sus recursos locales, para posteriormente convertirlos en un nuevo medio de vida.
La metodología CIAL Permite satisfacer las necesidades de las comunidades agrícolas que no cuentan con acceso a servicios de investigación. Experimenta con tecnologías localmente desconocidas y las compara con la practica tradicional, es el método más efectivo de experimentación participativa porque es un servicio de investigación dirigido por productores.
El Proyecto PROLEMPA es financiado por el Gobierno de Canadá.