Nosotras cuidamos de ti, pero… ¿Quién cuida de nosotras y de nuestras familias?

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Elsy Julissa Garcia Raudales (37)

Organizada en la Asociación de Mujeres Trabajadoras Domésticas de Honduras (ASMUJERES – TD) / EMIH

Programa: Igual Valor, Iguales Derechos / CARE Honduras

Colonia Rivera Hernández, San Pedro Sula

“Más de 30 mujeres recibimos ayuda en San Pedro Sula, agradecemos a EMIH y a CARE porque brindan la mano y abastecen nuestros hogares cuando más lo necesitamos, porque todavía no sabemos cuándo vamos a tener trabajo. El dinero nos ajustó para comprar comida, mascarillas, para ir al doctor y comprar medicamentos porque algunas estamos enfermas y otras tenían los niños enfermos; otras pagaron hasta 4 meses de renta de los cuartos para asegurar un lugar para vivir y otras han puesto negocios sobre la cuarentena, ¡Ya teníamos de donde agarrar para poder invertir!, muchas comenzamos emprendimientos de comprar y revender, de vender tortillas en la casa, pequeñas pulperías para tener un ingreso y soportar la crisis.”

Mi nombre es Julissa Raudales, tengo 37 años y hace 23 años que soy trabajadora doméstica, decidí organizarme en ASMUJERES-TD luego de sufrir un despido sin recibir mi salario, había trabajado duro y simplemente me cerraron la puerta, no era la primera vez que me despedían para no tener que pagarme, ni la primera violación a mis derechos.

Cuando nos organizamos aprendemos muchas cosas, es como si de pronto viéramos claramente las injusticias y comienza a tener sentido la frustración de sentirnos todo el tiempo cansadas de trabajar sin que el dinero nos ajuste ni para la comida. El proceso de capacitación nos ha ayudado mucho, comprendí que no tengo que tener miedo, porque estoy defendiendo mis derechos.

Durante la pandemia estamos comunicadas por teléfono y estamos siendo capacitadas por Zoom, en los talleres con compañeras de otros países planificamos acciones y expresamos nuestra situación, hacemos trabajo en grupos y aprendemos cómo hacer campañas de concientización, nos enseñan cómo usar las redes sociales, publicar videos y compartir para que más personas los vean, junto a las compañeras de República Dominicana tenemos muchas ideas sobre la campaña “nosotras cuidamos de ti, pero ¿Quién cuida de nosotras y de nuestras familias?”, somos trabajadoras que tienen derechos…

Antes de la pandemia la situación no era fácil para nosotras las trabajadoras domésticas y durante la cuarentena es más difícil todavía, el principal problema es el desempleo, yo quedé desempleada definitivamente, y las compañeras que todavía podían hacer uno que otro trabajo arriesgando su salud han tenido grandes dificultades porque no hay transporte, una de ellas compró una bicicleta para llegar al trabajo y en el camino la robaron y le quitaron su bicicleta, la mayoría de mis compañeras han sido despedidas y hay patrones que les piden quedarse trabajando en las casas con la mitad del sueldo (L. 1,500 al mes) sin poder ver a sus familias, las compañeras despedidas se quedan en los cuartos que alquilamos con otras compañeras y así nos apoyamos entre todas, pero la situación es muy dura, estamos en la incertidumbre sin poder alimentar a los hijos o apoyar a las familias que dependen de nuestros ingresos.

Cuando nos llamaron para decirnos que CARE nos había hecho las transferencia las compañeras lloraban porque iban a poder pagar cuarto porque la mayoría alquilamos y si no pagamos nos echan a la calle, María y Suyapa, otras dos compañeras, habían sido despedidas el día anterior y con el dinero ya podían trasladarse a su pueblo en La Esperanza (Departamento de La Esperanza, Intibucá) y llevar una buena provisión a sus familias.

Más de 30 mujeres recibimos ayuda en San Pedro Sula, agradecemos a EMIH y a CARE porque brindan la mano y abastecen nuestros hogares cuando más lo necesitamos, porque todavía no sabemos cuándo vamos a tener trabajo. El dinero nos ajustó para comprar comida, mascarillas, para ir al doctor y comprar medicamentos porque algunas estamos enfermas y otras tenían los niños enfermos; otras pagaron hasta 4 meses de renta de los cuartos para asegurar un lugar para vivir y otras han puesto negocios sobre la cuarentena, ¡ya teníamos de donde agarrar para poder invertir!, muchas comenzamos emprendimientos de comprar y revender, de vender tortillas en la casa, pequeñas pulperías para tener un ingreso y soportar la crisis.

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