Análisis de la Oferta de Servicios de Extensión Agrícola en Honduras

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IGUALDAD SOCIAL Y ECONÓMICA: EL AGUA COMO BIEN COMÚN

Objetivo

Identificar la Oferta de servicios de asistencia técnica y extensión ofrecidos en el país a través de diferentes modelos y actores.

 

 Metodología:

Esta investigación sigue cuatro fases: 1) Una primera aproximación a los actores y al estado de la oferta utilizando información secundaria; 2) Verificación y ampliación del conocimiento adquirido con los resultados de la investigación en fuentes primarias; 3) Elaboración de documento borrador a ser consultado con DICTA y otros actores 4) Elaboración de documento final.

Proveedores de servicios

Se encargan de dar servicios de extensión y conexos, los cuales se vinculan a las políticas públicas para cumplir con los objetivos planteados en los planes de cobertura nacional.

El Sistema Nacional de Investigación y Transferencia de Tecnología Agrícola (SNITTA) está integrado por seis sectores: público, de cooperación internacional, ONG nacionales, educación y de investigación, privado empresarial y gremial.

El sector público se ocupa de temas agrícolas y pecuarios, agroindustriales, ambientales, financieros y empresariales, pero no existe una estrategia orientada a la conformación y/o fortalecimiento de un sistema de extensión del país que oriente las acciones de los diferentes actores en materia de metas y objetivos.

El sector educativo y de investigación genera información y tecnología en el tema agrícola: semilla mejorada, tecnología apropiada para la producción y buenas prácticas agrícolas en general. El INFOP amplía estos servicios con el aporte de personal calificado para la capacitación empresarial, financiera y ambiental.

El sector privado empresarial ofrece asistencia en diversos temas, enfatizando en los financieros, empresariales, organizacionales y ambientales. La preocupación por el cumplimiento de la norma para la protección ambiental es ahora un tema importante en la agenda de más instituciones que apoyan con la implementación de medidas de prevención, mitigación, corrección y compensación de los impactos ambientales, así como la introducción de tecnologías que deben asegurar la adaptabilidad de los cultivos a los efectos del cambio climático.

La cooperación internacional es más grande y en su mayoría tiene relación directa con los productores. Pocas veces articulan esfuerzos con las municipalidades o mancomunidades y, todavía menos, con el resto de actores presentes en los territorios donde operan.

Las instituciones gremiales apoyan los proyectos agrícolas con actividades que buscan aumentar la productividad y la rentabilidad, acompañándolas con asistencia financiera, empresarial y de mercados.

En general, los proveedores de servicio aplican las mismas metodologías de extensión o asistencia técnica.  Son comunes la transferencia de tecnología (clásica, asistencia individual, aumento de producción), entrenamiento y visita (visita planificada a predio para capacitar productores y uso de extensionistas locales), desarrollo de capacidades (organización de productores, desarrollo comunitario y presencia de líderes locales) y enfoque sistémico. Tanto el sector público como el sector privado brindan asistencia en temas dirigidos a la agricultura, ganadería, medio ambiente, agroindustria, gestión empresarial y crédito agrícola.

Población meta y enfoque de los servicios

Todos los proveedores atienden pequeños y medianos productores. El sector público se orienta a productores organizados en las principales cadenas productivas (café, cacao, maíz, frijol, hortalizas, frutas, ganadería y acuicultura), pero también a productores individuales dedicados a la producción consuntiva y comercial.

En los últimos 10 años la cooperación internacional ha priorizado a productores ubicados en el corredor seco o en zonas con limitado acceso a infraestructura, pero también apoya a medianos productores con rubros destinados al mercado.

Las ONG se ocupan de facilitar conocimientos sobre el sello orgánico, comercio justo, educación financiera, agro negocios, cadenas de valor, hortalizas, café, madera y bosque.

El sector educativo y de investigación se vincula con instituciones del gobierno central y municipales, organizaciones de productores, grupos agroforestales… Integran a la investigación y aplicación de los resultados el mejoramiento genético, mercado, cosecha de agua y manejo de musáceas.

En el sector privado empresarial sobresalen las empresas de agroservicios y agroexportadoras, igual trabaja con aquellos productores de acceso a bajo nivel tecnológico como con los muy tecnificados. Los proveedores gremiales dirigen su trabajo principalmente a la productividad, calidad, barismo, catación, plagas y enfermedades, mercado y cambio climático.

Cobertura de servicios

No existe en el país una evaluación sistemática que identifique la cobertura y calidad de la extensión; sin embargo, de la información ofrecida por los diferentes actores abordados en la investigación, se estima que se atiende a alrededor de 13 -16% de los productores.

Por su alta vulnerabilidad social y climática, los departamentos de Santa Bárbara, La Paz, Copán, Intibucá, Lempira, Ocotepeque, Valle y Choluteca, son los que cuentan con mayor presencia de servicios de extensión, principalmente ofrecidos por las ONG internacionales. El sector ONG nacional, trabaja en todos los departamentos del país.

El sector educativo y de investigación colabora con el gobierno central y gobiernos locales en apoyo a la generación de información y/o tecnologías agropecuarios y forestales, y ofrecen los servicios con fines académicos principalmente, pero también como parte del soporte a la población rural agrícola y no agrícola en los territorios de influencia. El sector privado empresarial, cubre el ámbito nacional y el sector gremial; y, en dependencia del rubro, enfoca su cobertura de acción principalmente en los municipios con potencial productivo y donde se reúne la mayor parte de las asociaciones de productores. En el caso de IHCAFE, tiene sus propias instalaciones en todas las áreas cafeteras del país, al igual que APROCACAO, aunque en menor grado.

Gobernanza

La inexistencia de discusión y análisis de los servicios de extensión ha impedido el establecimiento y desarrollo de una política de extensión que defina las prioridades del sistema y facilite la coordinación y la efectividad en la transferencia.

Con el propósito de superar esa deficiencia se ha propuesto la creación de un Sistema Nacional de Investigación, y Transferencia de Tecnología Agrícola (SNITTA), guiada por DICTA e integrada por CONACTA, una división técnica, una unidad de planificación y proyecto y FONACTA.

Se sabe que se realizan esfuerzos principalmente entre las ONG y generadoras de conocimiento, para encontrar soluciones a problemas agrícolas específicos y, en esta idea, se crearon algunas empresas mixtas permanentes para la ejecución de proyectos de desarrollo; sin embargo, aunque existen relaciones, estas no son sistemáticas, ni se enmarcan bajo un plan integrado a un sistema de innovación que establezca roles claros y procesos de gestión para sincronizar la innovación y la transferencia de conocimiento.

 Modelos y metodologías:

El servicio de extensión se inició en Honduras en la década de 1950, bajo el modelo Land Grant College, que trataba a los productores como sujetos pasivos; no obstante, poco a poco se ha ido implementando un modelo de transferencia de tecnología.

Con la Ley para la Modernización y Desarrollo del Sector Agrícola, que se promulgó en un ambiente en que las políticas públicas privilegian la privatización de los servicios del Estado, se crea DICTA con la responsabilidad de diseñar, dirigir y ejecutar programas de investigación y transferencia de tecnología agropecuaria. Con estas modificaciones institucionales el servicio público de extensión se ha reducido drásticamente y tal responsabilidad se ha cedido al sector privado, ONG y cooperación internacional.         Animados por esta política, profesionales con formación en disciplinas relacionadas con el desarrollo rural crearon empresas de asistencia técnica, muchas de las cuales fracasaron por la imposibilidad de los productores de cofinanciar los servicios.

Entre las metodologías utilizadas figuran hoy la extensión agrícola comunitaria, la experimentación campesina, la asistencia técnica, las escuelas de campo, las parcelas demostrativas, los días de campo, las fincas integrales, el pase de cadena, las capacitaciones técnicas, las charlas informativas, SIALES (Sistema de Innovación Agrícola Locales), los talleres de sensibilización, los diagnósticos económicos y la presentación de videos técnicos informativos.

Capacidad de la organización para ofertar los servicios

En la mayoría de los casos las instituciones cuentan con oficinas centrales desde las que coordinan sus labores en el ámbito nación y en los territorios donde operan, así como medios de transporte propios. Los profesionales son contratados bajo la modalidad de servicios profesionales por el tiempo de duración del programa o proyecto, principalmente cuando son financiados por la cooperación internacional.

Sistemas de seguimiento y evaluación

Cada institución define los procesos de planificación, seguimiento y evaluación limitados al ámbito de su trabajo y no del impacto de la acción de los proveedores de servicios en la región o territorio ante la inexistente articulación interinstitucional y de los mismos productores.

Los productores participan en la evaluación de acciones (92.31%); en la planificación de la cofinanciación de los servicios brindados (61.54%); y, en la co-ejecución de las actividades (84.62%). La participación es baja cuando se trata de establecer políticas, objetivos y estrategias.

El estudio de RELASER, 2013, concluyó en que los servicios tradicionales de extensión agrícola ofrecidos en Honduras, en los últimos 40 años, han tenido una cobertura baja, resultados limitados en la adopción de tecnologías de producción, oferta tecnológica inadecuada, que no siempre responde a la demanda actual, limitada colaboración con centros de investigación y educación agrícola y mínima vinculación con los procesos de comercialización, con excepción de algunos productos destinados a mercados nacionales e internacionales como el café y el banano. Señala además que los mecanismos de seguimiento y evaluación, deben entenderse como procesos continuos en los que haya participación activa de los beneficiarios y personal extensionista.

Pertinencia, efectividad y logros alcanzados

El 76.92% de las organizaciones asegura que su apoyo ha sido pertinente y con él se ha mejorado mucho el área de comercialización, mientras que cerca de 23% señala que la mejora ha sido relativamente poca.

Luego de cumplir con los objetivos planteados por el programa o proyecto implementado (no impacto), no se cuenta con un análisis de la efectividad en el tiempo de los resultados obtenidos, lo cual se vincula con la falta de evaluación ex post.

Para el sector gobierno, los logros obtenidos en los temas de comercialización y de mercados, se visualizan como poco relevantes, en cambio el sector gremial, los evalúa como muy relevantes.

Cumplimiento de los productos ofrecidos y objetivos planteados

En promedio, los productos ofrecidos son alcanzados arriba de un 80%. La cooperación internacional es la que más se enfoca a la obtención de los resultados propuestos. Cabe recalcar que, en general, la práctica los sistemas de monitoreo y seguimiento están más encaminados al cumplimiento de actividades y no necesariamente a los impactos del mismo.

De las organizaciones que evalúan el cumplimiento de objetivos aplicando la teoría de cambio, el 46.2 por ciento expresó tener un cumplimiento alto de sus objetivos, en cambio, el 7.7 por ciento, reportó un cumplimiento bajo.

Por sector, el de las ONG y sector público son los que tiene los mayores porcentajes de cumplimiento alto, con 100 y 50, respectivamente. Por el contrario, el sector con menor cumplimiento alto es el sector educativo y de investigación con 0 por ciento, aunque posee un 100 por ciento de cumplimiento medio.

Costo por cliente

El costo de la asistencia técnica por productor por año oscila entre US$80 y US$1,500, en dependencia de quien brinda el servicio, si es público o privado, o bien de la modalidad y actividad atendida.

En el caso del sector cooperación internacional se estima una inversión promedio de US$400 dólares por productor por año, en el que los especialistas devengan al mes alrededor de US$1,600, los extensionistas entre US$750 a US$1,500 y asistentes técnicos (promotores) entre US$400 a US$450.

 

 Educación continua

El 53.8% de las organizaciones entrevistadas reportaron que su personal asiste a los programas de educación continua y que la currícula se revisa periódicamente cuando se planifica el desarrollo de capacidades del personal. El sector gremial y de cooperación internacional son los que muestran la participación más alta, en cambio el educativo y de investigación, es el que posee el menor porcentaje.

Conclusiones:

  1. a) Cada sector trabaja de forma aislada, no coordina acciones, ni comparte experiencias lograda en la prestación de servicios con el resto de sectores;
  2. b) No existe un modelo completo y definido para la prestación de los servicios según nivel productivo, rubros o zonas productivas, de ahí que se evidencie la necesidad de fortalecer el liderazgo y la capacidad de las instituciones públicas para regular el sistema a fin de determinar las metas, los roles de los diferentes actores e identificar los cambios necesarios;
  3. c) La promoción de las TIC apunta a complementar el uso de la radio y la televisión con vídeos y teléfonos celulares;
  4. d) La existencia de los servicios en cuestión depende en alrededor de 80% del financiamiento de la cooperación internacional;
  5. e) La prestación de servicios mejoraría si se implementaran redes de trabajo -tanto nacionales, como locales- generales o especializadas por rubro

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