En los hogares del Corredor Seco, 6 de cada 10 niños y niñas sufren desnutrición crónica, el 91.7% de la población vive con menos de 1.81 dólares al día y a pesar de las pérdidas recurrentes de los cultivos a causa de las prolongadas sequías, la agricultura sigue siendo la principal fuente de ingreso y de seguridad alimentaria. Las mujeres por su condición de género no reciben beneficios de la actividad agrícola y tampoco administran las ganancias a pesar de que dedican entre 4 y 6 horas diarias a la siembra, cosecha y en pocos casos, a la venta de granos básicos.
Los Tablones, Alubarén, Francisco Morazán. Desde que Teresa García se formó como monitora de salud, sus responsabilidades en su Comunidad han cambiado, «antes solo me dedicaba a mi hogar, pero desde hace dos años también ayudo a las personas de mi aldea y de otros caseríos cercanos», «Teresita» como es conocida, se incorporó al Plan de Nutrición Comunitaria – PNC- del Proyecto «Alianza para el Corredor Seco», a través de cual, trabaja de manera coordinada con el Centro de Salud, padres y madres de familias para mejorar el crecimiento infantil y prevenir la desnutrición en niños y niñas menores de 5 años.
Cada mes, Teresa se encarga de pesar a los niños(as) menores de cinco años de las familias que viven en la comunidad, «como monitoras del Proyecto debemos estar pendientes de que los niños de la comunidad estén saludables, aconsejando a las familias cuando están enfermos», comenta Teresita.
La aldea Los Tablones cuenta con un Centro de Salud, atendido solamente por una enfermera. El apoyo que dan las Monitoras Comunitarias tiene un impacto directo en los hogares, contribuyendo a fortalecer la cultura de prevención; identificando posibles síntomas de desnutrición y diversificando la dieta a través de jornadas en los huertos familiares que se han creado como espacios didácticos para la producción de alimentos y educación nutricional.
Como complemento al fortalecimiento de las actividades de Atención Integral a la Niñez de la Comunidad, ACS-PROSASUR apoya en la construcción de obras, bienes y equipo como filtros de agua, eco-fogones mejorados, letrinas con lavabos, techos, mejoramiento de paredes y pisos para reducir riesgos de enfermedades transmitidas por el agua y por parásitos y enfermedades respiratorias.
Además de ser monitora, Teresa es participante del Plan de Seguridad Alimentaria y Nutricional (PSAN), con el cual recibió 11 aves, además de insumos para cultivar maíz y frijoles en su parcela, «El problema aquí es la sequía que afecta bastante el cultivo, y si no tenemos cultivo tenemos dificultades para alimentar a nuestros hijos (...) Pero este año -la producción- ha mejorado con la ayuda que nos ha dado el Proyectos ACS-PROSASUR, en esta temporada de postrera logramos tener cosechas, y las aves ya pronto empezarán a poner huevos» Teresita, ve con optimismo el futuro de su comunidad.
«Ser solidaria con las personas le nace a uno de corazón, servir para que mejore la comunidad y vivamos en un ambiente más agradable. Con el apoyo del proyecto ACS-PROSASUR vamos saliendo adelante», dice Teresa, mientras talla a una niña de dos años en la casa de una vecina, la que prácticamente se ha convertido en un centro comunitario.
La Alianza para el Corredor Seco trabaja para mejorar las condiciones de vida de 12 mil hogares en condiciones de pobreza y pobreza extrema en 25 municipios de los departamentos de Francisco Morazán, Choluteca y El Paraíso. Promoviendo la participación cuantitativa y cualitativa de las mujeres, apuntando a generar cambios en las estructuras de la organización comunitaria, reconociendo que no se puede desarrollar la agricultura y mejorar la salud y la nutrición, sin la consideración de las necesidades de las mujeres, la corresponsabilidad, el acceso y control de recursos como parte fundamental del desarrollo económico y bienestar de sus sus comunidades.