Más de 4 millones de personas se han visto afectadas por el huracán Iota y Eta. CARE está respondiendo con alimentos, refugio, apoyo psicosocial y más.
En el corto lapso de dos semanas, Honduras ha sido golpeada por dos fenómenos naturales: la depresión tropical Eta tocó tierra el 4 de noviembre y el huracán Iota que impactó como tormenta tropical la madrugada del 17 de noviembre. Ambas tormentas trajeron vientos extremos y fuertes lluvias que han destruido carreteras, casas, cultivos y sumergiendo comunidades enteras. Más de 4 millones de personas se han visto afectadas por las tormentas Iota y Eta.
“Para que Honduras reciba el huracán Iota menos de 15 días después de la llegada de Eta al país es una tragedia humana, ya que 98 personas han muerto, miles de personas han perdido sus hogares y medios de vida y el impacto en la infraestructura nacional aún no está calculado”, dice Maite Matheu, Directora de País de CARE Honduras.
CARE Honduras trabaja actualmente con socios humanitarios clave para responder al huracán Eta y ha suministrado 10.000 comidas calientes al día en refugios, proporcionado transferencias en efectivo a las familias para cubrir las necesidades básicas, equipado y apoyado la instalación de espacios seguros para las mujeres y las niñas y brindado apoyo psicosocial a personas que más lo necesitan.
Las tormentas tropicales Iota y Eta destruyeron carreteras y puentes, causaron inundaciones importantes y enormes deslizamientos de tierra, aislando a comunidades enteras y dejando a más de 330 mil personas incomunicadas.
La Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) reporta daños en alrededor de 220.000 manzanas en cultivos de granos básicos, banano, caña de azúcar, cítricos, cacao, rambután, entre otros, además, decenas de municipios cafetaleros han reportado daños en la cosecha.
El personal de CARE se desplaza a las zonas más afectadas para evaluar los daños de Iota y Eta en la región norte y occidente de Honduras.
Las personas desplazadas por Iota y Eta se reúnen en albergues apoyados por CARE con alimentos calientes y no perecederos, artículos esenciales como colchonetas, leche para mujeres madres con lactantes, kits de cocina, kits de higiene y bioseguridad y suministro de agua y saneamiento.
Parte de la respuesta de CARE incluye el establecimiento de servicios de protección para grupos vulnerables como las mujeres y las niñas, que ahora se encuentran en refugios temporales abarrotados.
El la región Occidente, CARE está trabajando con socios locales como ASONOG para proporcionar alimentos, kits de higiene y bioseguridad a más de 2,200 personas desplazadas y refugiadas en albergues en comunidades de Ocotepeque, Intibucá, Lempira y La Paz, con el apoyo financiero del Gobierno de Canadá.
En la región Norte, CARE trabaja junto a socios como Cargill y World Central Kitchen en el movimiento #JuntosSomosMásFuertes para proporcionar 200 mil comidas calientes a personas refugiadas en albergues del Valle de Sula.
