Lepaterique, Francisco Morazán. La comunidad de Junacate, ubicada en el municipio de Lepaterique, es uno de los mayores abastecedores de verduras para la población de Tegucigalpa. Una de sus productoras más activas es Delmi Servellón, participante del Proyecto ACS-PROSASUR.
Desde los siete años, Delmi aprendió a trabajar la tierra. Cuando se hizo parte del Plan de Seguridad Alimentaria y Nutricional del Proyecto, recibió un importante respaldo para salir adelante como pequeña productora. Actualmente, en su parcela produce brócoli, frijoles y maíz, cultivos que vende en los principales mercados de la capital.
Delmi, integra la Escuela de Campo donde aprendió diversas técnicas para mejorar la producción agrícola, “nos enseñaron a cuidar el ambiente, si antes quemábamos, ahora no quemamos, si antes trabajábamos desordenadamente, ahora lo hacemos con más rendimiento. Hemos sido beneficiados con sistemas de riego, con granos básicos, nos han dado un silo, herramientas para trabajar, el proyecto ha sido excelente, nos ha apoyado mucho”, detalló Delmi.
“Además, he aprendido a convivir con el grupo, aprendimos a dialogar, a tener confianza entre nosotros”, comenta Delmi, quien también se organizó, junto a otros 25 productores (as), en una Caja Rural, con el objetivo de fortalecer sus economías.
“hemos dado un gran paso al organizarnos, tenemos la meta de vivir mejor, salir adelante, hacer crecer tanto el grupo como la comunidad, porque si nosotros prosperamos, los demás en la comunidad saldrán adelante”.
Para Delmi, la agricultura no es solamente un trabajo, sino una convicción, “a mí me fascina el campo, si me quedara como ama de casa tendría una rutina demasiado repetitiva, pero en la agricultura todos los días tengo que hacer algo diferente”.
En la Caja Rural de Junacate hay otras mujeres que participan activamente en las decisiones del grupo, “yo invito a las demás compañeras para que se incorporen en las actividades de la comunidad, porque nosotras podemos realizar un cambio. Ya hemos mejorado el cultivo, pero unidas podremos cambiar las reglas de venta de nuestra producción”, opina Delmi.
